martes, 3 de febrero de 2009

Ilustración paleoambiental en grafito y su procesado digital

Los métodos tradicionales de ilustración han sido poco a poco abandonados a favor de las nuevas tecnologías, que a diferencia de las primeras no manchan y son compatibles con Crtl+z. En muchos casos la ilustración con grafito supone un primer esbozo antes de pasar a la versión definitiva empleando cualquier otra técnica. Sin embargo el grafito puede convertirse por sí mismo en el protagonista de trabajos definitivos, a veces con resultados espectaculares. Sirvan como ejemplo en el campo de los mamíferos fósiles muchas de las ilustraciones en blanco y negro de Mauricio Antón, Gregory Paul o Jay Matternes entre otros. En este tipo de publicaciones es donde el procesado digital de las ilustraciones con grafito resulta más práctico, ya que los originales no son necesarios para su posterior publicación. El presente texto es una propuesta para obtener resultados rápidos y visualmente atractivos empleando el grafito gracias a su procesado digital posterior, extendiéndome en aquellos detalles que considero importantes.


Como en cualquier otro dibujo, el primer paso es tener un esquema del dibujo a realizar. Una vez se tiene una idea aproximada de lo que se pretende representar se pasa a dibujar la versión definitiva. Cuando el tiempo es un factor limitante, como es la mayor parte de los casos, paso a dibujar de forma independiente cada plano del dibujo según la lejanía. Para ello empleo un papel liso de gramaje medio-alto (160 gr en adelante) y un único lápiz de grafito de una dureza de entre H1 y H3. Por ejemplo, en una reconstrucción paleoambiental “típica” se dividiría en tres planos: el fondo (cielo, montañas, árboles lejanos), un segundo plano (árboles cercanos, animales) y un primer plano (animales más próximos, detalles de vegetación). La rapidez del método radica en que emplearemos un único lápiz, por lo que las zonas claras y oscuras dependerán de la presión. Hay que tener la precaución de marcar bien el contorno de cada dibujo, para recortarlo con facilidad y dejarlo como una capa independiente. Los dibujos con lápices de grafito tan duros quedan muy claros a primera vista, inconveniente que corregiremos en la post producción digital. Es importante que el escaneado se realice en escala de grises a 16 bits. El siguiente paso es ajustar los límites de la curva de niveles de grises en cada plano dibujado, que en la imagen escaneada se encuentran desplazados a la derecha. La profundidad de grises superior permite que la calidad no se resienta con el reajuste de niveles. Tras este paso podemos corregir pequeños defectos de cada dibujo, contrastar los primeros planos respecto los planos medios y el fondo y decidir la posición exacta de cada elemento, ya sea animal, planta, etc., si ha sido dibujado por separado. Un método especialmente útil en el caso de los animales para oscurecer o aclarar de forma suave los dibujos a grafito es el empleo de la máscara rápida junto con la modificación de niveles y/o luminosidad (para lo cual es aconsejable cambiar el archivo escaneado en escala de grises a modo color RGB y pasarlo de nuevo a escala de grises en última instancia).


Finalmente, uniremos todos los dibujos recortados independientes en un único archivo, respetando siempre la independencia de sus capas para permitir futuros retoques.





Para una lección magistral de composición, luces y sombras recomiendo ver cualquier reconstrucción paleoambiental en grafito de Doug Henderson, como esta escena triásica de Norteamérica. (c) Doug Henderson.


Oscar Sanisidro





lunes, 2 de febrero de 2009

Paleobiología de Saurópodos: I. Introducción



No es de extrañar que los saurópodos hayan sido un grupo de especial interés para los paleobiólogos, debido a su gran tamaño y sus largos cuellos y largas colas. El soporte y movilidad de estos cuellos ha sido tratado con profundidad por Martin (1987), Frey y Martin (1997) Martin y colaboradores (1999) Steven y Parrish (1999) y más allá de la osteología, un acercamiento a su musculatura lo han realizado Wedel y Sanders(1999, 2002) y Sanders y colaboradores (2000).

Las vértebras de los dinosaurios Saurísquios presentan características que se corresponden a lugares de inserción muscular, que por lo visto han sido muy poco modificados en todo el grupo. Así, se puede correlacionar la musculatura cervical entre aves y terópodos no avianos, e incluso con saurópodos. Esto permite reconstruir la musculatura del cuello de estos gigantescos animales, que por lo visto, pudo no ser tan diferente de la de nuestros pájaros.

Existen grandes trabajos, más complejos o más sencillos. Personalmente, recomiendo el trabajo de Wedel & Sanders de 2002, publicado en Paleobios, que tenéis descargable gratuitamente desde la página de nuestro colega Mathew. En este trabajo, compararon las inserciones musculares de la avestruz (Struthio camelus) con las vértebras cervicales de Apatosaurus.

Bueno, pues este es el primer post de lo que pretendo que sea una serie regular. Mi interés en los saurópodos, asi como mi "afición" a la Paleoilustración derivan en esta sección, en la que os hare participes de un proceso dinámico: mi propia formación en el tema. Espero que los artículos, esquemas, e ilustraciones que vayan acompañándolo sean de vuestro agrado.

Id haciendo los deberes... el próximo día hablaremos de las vértebras cervicales!




Referencias:

Frey, E., and J. Martin. 1997. Long necks of sauropods. pp. 406-409 in P.J. Currie and K. Padian (eds.), The Encyclopedia of Dinosaurs. Academic Press, San Diego.


Martin, J. 1987. Mobility and feeding of Cetiosaurus (Saurischia, Sauropoda)—why the long neck? pp. 154-159 in P.J. Currie and E.H. Koster (eds.), Fourth Symposium on Mesozoic Terrestrial Ecosystems. Occasional Paper of the Tyrell Museum of Palaeontology 3. Tyrell Museum, Drumheller.


Martin, J., V. Martin-Rolland, and E. Frey. 1999. Not cranes or masts, but beams: the biomechanics of sauropod necks. Oryctos 1:113-120.

Sanders, R.K., M.J. Wedel, P C . Sereno, and G. Staab. 2000. A restoration of the cranio-cervical system in Jobaria. Journal of Vertebrate Paleontology 20(3):67A.

Stevens, K.A., and J.M. Parrish. 1999. Neck posture and feeding habits of two Jurassic sauropod dinosaurs. Science 284:798-800.

Wedel, M.J., and R.K. Sanders. 1999. Comparative anatomy and functional morphology of the cervical series in Aves and Sauropoda. Journal of Vertebrate Paleontology 19(3):83A.


Wedel, M.J., and Sanders, R.K. 2002. Osteological correlates of cervical musculature in Aves and Sauropoda (Dinosauria: Saurischia), with comments on the cervical ribs of Apatosaurus. PaleoBios 22(3):1-6.

domingo, 1 de febrero de 2009

¡Abajo ese cuello!

Todos hemos crecido viendo la familiar imagen de Brachiosaurus con el cuello elevado de manera muy elegante para poder llegar a las copas de los árboles, y tiene sentido, ¿no? un cuello largo debería servir para llegar muy alto.


Bueno, pues la gente que se ha dedicado a estudiar la estructura del cuello de los Saurópodos en general y de Brachiosaurus en particular suele llegar a la conclusión de que el cuello partía recto desde los hombros, y si bien el ángulo que tomaba el cuello no está del todo claro, parece que en general sería bastante horizontal, y por tanto implicaría una forma de alimentación y un estilo de vida diferente al que estamos acostumbrados a imaginar.


Con esto en mente, y un rato muerto para trastear con el ordenador, acabó surgiendo este boceto de Brachiosaurus que aquí os presento:
Un animal peculiar, sin duda...