Si habéis seguido alguna vez la sección "La Paleo-Ley de Murphy" de "el Pakozoico" os podréis hacer a la idea de qué es lo que viene. Porque cuando salió el trabajo de Taylor, Wedel y Naish me acordé del post anterior "Abajo esos cuellos" y me reí por no llorar.
Y es que, en esto de las reconstrucciones de bichos fósiles nos enfrentamos a un grave problema: su imagen está en continuo cambio! Imaginate por un momento que eres un ilustrador inmortal, nacido hace un par de siglos, y decides empezar a reconstruir esos bicharracos fósiles que se están empezando a encontrar. Ves el dibujo del "Iguanodon de Mantell" y te curras una iguana gigante de la hosti*, con su cuernecico en el morrico... y zas! Pasa el tiempo y lo levantan. Entonces te vas a algun zoo a visitar canguros, tomas tus notas, lo vuelves a dibujar canguriforme... ZACA! Ay pobrecico! Pero no te rindes. Sigues con tus dinosaurios, esos gigantes pesados y torpes, escamosos y algo grimosos... y llega la Dinosaur renaissance, pegas fuego a tus dibujos y te vas de vacaciones a Honolulu.
Al volver de tus vacaciones, sigues dibujando dinosaurios, esta vez ágiles, intrépidos, chachis... pero se descubren las plumas en dinosaurios no avianos! Te vas a un bar a ahogar tus penas mientras lees a Prum & Brush, y decides pasarte a la ilustración digital, para estar al día. Emplumas tus terópodos cercanos a las aves y santaspascuas. Pero las novedades vuelven para golpearte! Zas! Protoplumas en ornitisquios! Zaca! Los cuellos de los saurópodos se bajan! No, espera, se suben!
¿Y a qué viene todo esto? Muy fácil: quiero reflexionar acerca de dos cosas. La primera, es que cada ilustración tiene su momento, y en su época es rompedora. Aun me emociono con el mural "the Age of Reptiles" de Zallinger, y eso que ahora vemos a estos bichos de un modo muy distinto.
Y la segunda cosa: ¿Habéis reparado en el cambio de imagen que han sufrido los dinosaurios en poco tiempo?